Impermeabilizar el techo de una vivienda es uno de los trabajos más delicados de la construcción, ya que ante cualquier pequeña grieta o agujero de la tela asfáltica, por más pequeño que sea, puede conllevar a que tarde o temprano, el agua de la lluvia se termine filtrando e introduciendo en el hogar. Además de las grietas o perforaciones también la afectan una incorrecta instalación de la misma, lo que implicará filtraciones desde la misma adquisición de la vivienda.
No obstante, aunque este instalada a la perfección, no se puede evitar que a causa del paso del tiempo, o por accidente, la tela asfáltica termine deteriorándose o rompiéndose. A partir de la misma rotura, el daño ira a mayores tanto en la parte superior de la casa, como en el interior de esta. Mientras que en la parte superior la solución posible es el levantamiento de la vieja y sustitución por nueva (donde esté deteriorada), en el interior de la vivienda, cuanto más tiempo pase, puede verse incrementada los daños que produzca el agua filtrada. Además de dañar la estructura, puede dañar la escayola o yeso del inferior del techo, los sistemas eléctricos y los sistemas de aire acondicionado.
Para evitar que no se produzcan males mayores, la solución es actuar en cuanto se tengan nociones de que exista una filtración y no esperar a que esta se extienda o empiece a gotear. Los daños ocasionados serán muchos menores cuanto antes se repare el daño.
Lo primero será ponerse en contacto con el servicio de asistencia telefónica del seguro. Según el tipo de cobertura que se tenga contratada, cubrirá diferentes daños (en la mayoría de los casos las coberturas solo asegurarán el techo por daños accidentales, nunca para el paso del tiempo), se le informará a la operadora de todos los daños que se han causado, para que pueda enviar en la mayor brevedad a un profesional que repare todos los daños.