En general, una cobertura del seguro para el hogar cubrirá los siguientes daños: reparación del inmueble por daños provocados por agua, tormentas o incendios. La póliza también puede responder por actos vandálicos, daños eléctricos, roturas de cristales y espejos, sustitución de cerraduras y aberturas en caso de robo. Además de estos daños, un seguro para el hogar podría cubrir también la reparación de electrodomésticos, asistencia familiar en caso de desastre y servicios de reparación urgentes.